EL ENCANTO DE LAMER LOS COÑOS

Se decía que a Napoleón Bonaparte le encantaba y le extasiaba enormemente lamer el coño de la persona que le gustaba, de modo que, por ejemplo, cuando regresaba de la campaña de Italia, enviaba un correo al galope a su amante Josefina para que le advirtiera que estaba de regreso, y que no se lavara ni se perfumara el coño, pues le gustaba más cómo lo tenía: sudoroso y sucio de varios días. Pero en aquella época todavía no se había inventado la fotografía, por lo que añadiré otra de otra persona no por ello menos conocida, un famoso Fuhrer que no necesita explicación, y que la pongo junto al famoso emperador de Francia.

Lamerle el coño con delicadeza y con cariño, es una de las cosas que más extasian a las mujeres. De modo que si quieres que una mujer nunca te olvide, como mínimo lámele unas 100 veces su sabroso coño, con ese gusto salado a gambas peladas. ¡Nunca te olvidará!, te lo asegura el diablo cojuelo. Las malas lenguas hablan, las buenas lenguas lamen, sobretodo los coños de las mujeres más hermosas.

DICE UN LIBRO QUE HABLA SOBRE SEXO:
"El Cunnilingus (sexo oral) es quizá la forma más placentera de sexo en pareja en que se involucran las mujeres. Nada puede compararse a la sensación de una tibia lengua húmeda deslizándose a través del clítoris y la vulva de una mujer. Con excepción de la masturbación, el sexo oral probablemente resulte en más orgasmos que cualquier otra práctica sexual"