Hoy es domingo y os invito a una sesión de cine sobre una película que rodó el gran Steven Spielberg sobre mi persona. Era la ópera prima del entonces joven director de cine, que a continuación en recompensa por lo mucho que me gustó la película, le compré el alma a cambio de tener mucho éxito con el resto de sus películas.
Y por supuesto que no iban a faltar las palomitas que os ofrecen mis dos diablesas, que una vez terminadas, os permitirá, además, lamer sus sabrosos coños, y que seguramente serán de vuestro gusto y agradeceréis.
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