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martes, 27 de noviembre de 2012

HISTORIA DE UNAS BRAGAS



Un amigo mío se fue a Madrid en viaje de trabajo, sabiendo que
su novia necesitaba unas gafas para la vista y, encontrando la
ocasión de comprarle unas muy bonitas y baratas, entró en una óptica.

Después de ver unas cuantas, se decidió por unas y se las compró...

La dependienta se las envolvió y pagó la cuenta pero, al
marcharse, en lugar de coger el paquete con las gafas, cogió
otro muy parecido que había al lado.

El paquete contenía unas bragas que una clienta de la óptica
acababa de comprarse en una corsetería.

Mi amigo, que no se dio cuenta de la equivocación, se fue
directamente a correos y le envió el paquete a su novia, junto
con una carta.

La novia al recibirlo se quedó extrañadísima con el contenido
así que abrió la carta y leyó.....



Querida Marta:

Espero que te guste el regalo que te envío, sobre todo por la
falta que te hacen, ya que llevas mucho tiempo llevando las
mismas y éstas son cosas que se deben cambiar de vez en cuando.

Espero haber acertado con el modelo. La dependienta me dijo que era 
la última moda, de hecho me enseñó las suyas y eran iguales.

Yo, para comprobar si eran ligeras, las cogí y me las probé
allí mismo. No sabes como se rió la dependienta, porque esos
modelos femeninos en los hombres quedan muy graciosos y más a
mí, que sabes que tengo unos rasgos muy prominentes.

Una chica que había allí me ayudó también a decidir. Me las
pidió, se quitó las suyas y se las puso para que yo pudiera ver
el efecto.

A esta chica le lucían menos que a la dependienta, porque el
pelo se las tapaba un poco por los lados, pero aún así, me
pareció que le favorecían muchísimo.

Finalmente me decidí y te las compré. Póntelas y se las enseñas
a tus padres, hermanos y, en fin, a todo el mundo, a ver qué
dicen.

Al principio te sentirás rara..., acostumbrada a ir con las
viejas, y últimamente a no llevar ningunas...pero sobre todo, 
mira que no te estén pequeñas, si no te van a dejar señal 
cuando te las quites.

Ah, y ten cuidado también de que no te estén grandes, no sea
que se te caigan cuando vayas andando.

Para que te sean útiles y resulten más bonitas, me han
aconsejado que las limpies muy a menudo.

Igualmente me recomendaron que tengas cuidado con los roces
porque se acaban estropeando.

Llévalas con cuidado y, sobre todo, no vayas a dejártelas por
ahí y las pierdas, que tú tienes la costumbre de quitártelas en
cualquier parte.

En fin, para que te voy a decir más... Estoy deseando vértelas
puestas.. Creo que este es el mejor regalo que podía hacerte.

Un beso tu Juan







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